La NASA tiene galardonado con Firefly Aerospace, una empresa con sede en Cedar Park, Texas, un contrato de 93,3 millones de dólares para llevar a cabo una misión para realizar experimentos y probar nuevas tecnologías en la Luna. En 2023, el módulo de aterrizaje Blue Ghost de la compañía aterrizará en Mare Crisium, una cuenca de 300 millas de ancho en el lado cercano del satélite.
Llevará alrededor de 207 libras en equipo para estudiar la superficie lunar. Uno de sus 10 instrumentos capturará imágenes de rayos X de la Tierra para estudiar los vientos solares del sol, mientras que otro perforará la Luna para recopilar datos sobre sus propiedades térmicas. Otro instrumento más actuará como objetivo para un láser que la NASA y Firefly usarán para determinar la distancia exacta entre la Tierra y la Luna.